Manual de instrucciones para encontrar una aguja en un pajar.

“Una aguja en un pajar, es difícil de encontrar”.
Se dice que es un refrán en desuso. Yo, personalmente, no lo he empleado nunca en mi vida de esa manera. Si he usado la locución “buscar una aguja en un pajar” para indicar la inutilidad de trabajar por conseguir algo imposible o muy difícil. Estamos acostumbrados a que con frecuencia se diga “eso es como buscar una aguja en un pajar” o “es más difícil que buscar una aguja en un pajar” para expresar una gran dificultad o la imposibilidad de conseguir algo. Pero estoy casi convencido que el refrán tal y como se le tiene registrado, “una aguja en un pajar, es difícil de encontrar”, no lo he usado nunca. Según el buscador en el refranero del Centro Virtual Cervantes, que para estas cosas suele ser una de las máximas autoridades, el refrán alude a la dificultad de encontrar algo. Se emplea cuando se emprende una tarea de éxito dudoso por el tiempo que requiere.

Pero, vayamos por partes:

Parte 1:
¿A quién coño, con perdón, se le ha perdido alguna vez una aguja en un pajar?

¿Qué situación, más o menos verosímil, nos puede llevar a perder una aguja en un pajar?

¿Qué tipo de personas se acercan a un pajar con una aguja en la mano?

Sí, sé que es mucha duda y mucha perturbación junta. Algo así, bien mirado, si le damos mucha importancia, puede llevar a obsesionarnos e incluso a quitarnos el sueño. Y por ahí sí que no. Pensadlo bien: perder el sueño por obsesionarnos con lo de perder una aguja en un pajar. Si nos quita el sueño quizás no podamos afrontar el problema como se merece. Si no podemos afrontarlo bien, lo mismo no le encontramos solución. No, amigas y amigos, hay que dormir bien. Porque si dormimos bien, soñamos. Y en los sueños podemos encontrar alguna respuesta. No sé si os he contado alguna vez que soy un experto en interpretación de sueños. Además, sabéis que en Juan Pedro Mercería tenéis a vuestra disposición todo lo necesario para construir unos bonitos atrapasueños que harán las delicias de niñas, niños y mayores. Pero yo soy más de interpretarlos dejándolos en libertad, llamadme hippie.
Si en un sueño perdemos agujas claramente se nos está indicando que en un futuro próximo podríamos tener problemas sentimentales. Si perdemos agujas en un sueño, ya sea en un pajar o en cualquier otro sitio más normal, debemos empezar a estar alertas porque en el tema de los sentimientos es importante adelantarse a los acontecimientos para después no lamentarse de más.
Claro que también podemos soñar con enhebrar agujas y eso mola más. Si en un sueño nos vemos enhebrando una aguja (que manda narices que nos veamos haciéndolo en sueños tan bien y con tanta facilidad con lo que nos cuesta cuando estamos despiertas…) o a alguien haciéndolo (enhebrando una aguja, no penséis mal) es una señal de que tendremos buenos beneficios próximamente.
También podría darse el caso de que nos soñáramos cosiendo o tejiendo con agujas. En este caso se trataría de una llamada de atención para que arreglemos algo que le hemos hecho a una persona, con o sin intención (como perderle a alguien una aguja en un pajar, sin querer o queriendo). Siempre es bueno tenerlo en cuenta para tomar en consideración lo que nos implica ello, para subsanarlo y tener la conciencia limpia ya que nos ayudará a llevar un mejor futuro. Y a que no se nos pierda la aguja en el pajar más veces ni perdamos el sueño por tonterías…
Pero si lo que nos pasa es que soñamos con alfileres (ya prescindiendo de pajares y agujas) eso pronostica diversas dificultades y penas pero que no deben preocuparnos porque no traerán consecuencias. De todas maneras es bueno tomar precauciones. Como no llevar la aguja al pajar, que no está de más repetirlo una y mil veces.

En cualquier caso los sueños con agujas pueden variar bastante en su significado y cada persona deberá analizar adecuadamente los detalles para adoptar las medidas pertinentes que puedan derivar de sus predicciones.

Parte 2:
Asumiendo que somos imbéciles y que, fuera de toda lógica y de escenario más o menos coherente con ser una persona humana normal y funcional, hemos perdido una aguja en un pajar.

¿Cómo podemos encontrar esa aguja en el pajar?

Últimamente se ha puesto de moda en las entrevistas de selección de personal en muchas empresas la pregunta: ¿Cómo buscarías una aguja en un pajar?
Por tanto, debemos de asumir que, aunque consideremos, como hemos dicho antes, lo estúpido que puede llegar a ser perder una aguja en un pajar, una vez que nos asumamos como imbéciles o personas con costumbres un poco raras, debemos afrontar el hecho y tomarnos en serio las consecuencias y la posible solución al problema. Así pues, a la pregunta ¿cómo buscarías una aguja en un pajar? Os ofrecemos gratis y con toda nuestra mejor intención, una serie de soluciones por si os la sueltan en algún proceso de selección de personal:

-Con un imán muy potente.
-Quemando el pajar.
-Con mucha paciencia.
-Yendo a comprar otra a Juan Pedro Mercería. Las hay muy baratas y de muchos tipos. Nos sale más a cuenta que seguir buscando.

Una vez hechas las disquisiciones oportunas en los equipos de recursos humanos y de selección de personal de las empresas que tenemos más a mano hemos de indicar que rechazan bastante las opciones 1, 2 y 4 y que, posiblemente, decirlas nos haga perder el trabajo. Ahora debemos plantearnos si realmente nos interesa trabajar en un sitio que no ve bien esas soluciones al problema. Aunque, visto que sois personas que perdéis agujas en pajares, cualquier cosa es posible.

Os doy una posible clave que usar en la entrevista o en el problema cotidiano de vuestra terrible pérdida de la aguja en el pajar:
Cuentan que la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de Estados Unidos (DARPA por sus siglas en inglés) está desarrollando un sistema de vigilancia que permitirá, literalmente, «detectar una aguja moviéndose dentro de un pajar». La prometedora tecnología se llama FDOS (siglas de «Vigilancia Óptica de Detalle Fino») y proporciona imágenes 3D en ultra-alta resolución para identificar de manera rápida e in situ cualquier objetivo cuya localización es desconocida. Incluso si está en movimiento. Os podéis imaginar cuántas aplicaciones puede tener esto, más allá de lo de buscar la aguja en el pajar. Desde el Pentágono aseguran que podría ser aplicada en gadgets portátiles, prismáticos del ejército y aviones espía.
Inquietante, ¿verdad, Carmen?

Si esto de la tecnología FDOS no os convence, le podéis hablar de Sven Sachsalber. ¿Que quién es este Sven? Un artista moderno que en 2014 montó una performance en la que se propuso encerrarse cuarenta y ocho horas en una sala del Palais de Tokio en París con una aguja sepultada en un pajar. La intención inicial de la performance era demostrar la inutilidad de todo, lo frustrante de ciertas tareas casi imposibles y la importancia del trabajo y la paciencia. Pese a todo, el bueno de Sven Sachsalber acabó encontrando la aguja en el pajar… Así finalmente demostró que lo imposible puede llegar a ser posible si la dedicación y el esfuerzo es el adecuado. O eso cuentan…

Sven Sachsalber en su performance de 48 horas encerrado buscando una aguja en un pajar.

Parte 3:
¿Por qué un pajar?

¿Qué aguja?

¿Tiene importancia el tamaño de ambos?

¿No tenemos mejores cosas que hacer que plantearnos estas cosas?

Enfoquemos esto correctamente. Aunque no lo creamos, al igual que en ciertas pruebas de selección de personal se usa muy a menudo la pregunta de ¿cómo encontrarías una aguja en un pajar?, en ciertas consultoras y entidades importantes llevan esto más allá y consideran aspectos a estudiar desde el punto de vista del pajar y de la aguja. Esto, que es completamente cierto y que es fácil de ver en muchas plataformas de desarrollo de personal, se fundamenta en dos aspectos:

Hablando del pajar:
Estas plataformas crean sistemas para encontrar talento y contratarlo. Para ello, para comenzar, se plantean que lo importante es reducir el tamaño del pajar. Si se puede, diseccionarlo en partes más pequeñas y manejables, hacerlas pasar por sus filtros en forma de plataformas de búsqueda, selección y emplear recursos y esfuerzos en la formación de futuras “agujas” trabajadoras… En definitiva, el objetivo es reducir el pajar todo lo posible para encontrar el talento (la aguja).
Evidentemente esto casa perfectamente con la idea de quemar el pajar para encontrar la aguja pero no seré yo quién recomiende decir eso en una entrevista de selección por muy lógico que me parezca viendo cómo venden su método.

Hablando de la aguja:
Poniendo en valor la empresa para la que se va a seleccionar al personal, optimizar su imagen y lo que tiene que aportar para que actúe a modo de imán y la aguja salga por su propia naturaleza. De esa forma se consigue sacar la aguja del pajar sin tener que mancharse de paja. Como todos sabemos es muy difícil separarse la paja de la ropa si has estado enredando en un pajar. Pero, ¿qué os voy a contar yo al respecto que no sepáis de eso? Lo que está claro es que con un imán potente conseguimos que la aguja aparezca y venga a nosotros sin tener que llenarnos el pelo de paja. Que del pelo sí que es difícil quitársela…

Parte 4:
Sólo plantearé como cierre unas pocas preguntas más.

¿A qué vais a los pajares a día de hoy? ¿Por qué lleváis agujas? ¿Cómo se os caen en el pajar? ¿Sabéis que existen alfileteros que ayudan a que las agujas no se pierdan? Y, por último pero no por ello menos importante, ¿en serio que os habéis llegado a plantear esto?


Por favor, no os preocupéis y le deis más importancia a las cosas de las que tienen. En torno a un euro y poco tenéis una caja de muchas agujas de acero bueno, con el agujero grande para que sea fácil enhebrarlas, y dejad de preocuparos por tonterías que ya tenemos bastante con lo que tenemos en nuestro día a día. En Juan Pedro Mercería, por supuesto, tu mercería amiga porque todo el mundo necesita una.


Otro día, si eso, os contaremos un cuento sobre enhebrar agujas. Pero esa, amigas y amigos, ya es otra historia…

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